(CNN) – Ya fue suficiente.
Ese es el mensaje de muchos de los manifestantes que han llenado las ciudades de Estados Unidos durante casi dos semanas, exigiendo justicia por la muerte de George Floyd y buscando poner fin a una letanía de homicidios de estadounidenses negros a manos de la policía.
Las protestas se han extendido por todo Estados Unidos y en el mundo, con activistas que marchan por las calles de muchas ciudades capitales en solidaridad con el movimiento.
Floyd es solo uno de los muchos estadounidenses asesinados por agentes de policía cada año. Pero en otros países desarrollados, tales incidentes son raros.
Las comparaciones estadísticas muestran que la policía en Estados Unidos generalmente dispara, arresta y encarcela a más personas que en naciones desarrolladas similares.
Cada país que se muestra a continuación acompaña a EE.UU. en el G7, el grupo de las economías más avanzadas del mundo, o se clasifica de manera similar en los índices globales de riqueza, libertad y democracia. Pero cuando se trata de vigilancia policial y justicia penal, Estados Unidos es notablemente atípico, y los estadounidenses negros se ven desproporcionadamente afectados.
Los datos sobre arrestos, muertes y población carcelaria no existen de manera uniforme en los países desarrollados, por lo que puede ser difícil determinar exactamente cómo le va a Estados Unidos en comparación con cada nación. Por ejemplo, es imposible saber exactamente cuántas personas mueren a manos de agentes de policía en Estados Unidos cada año: no existe una base de datos única a nivel nacional que contenga dicha información.
“No podemos tener una discusión informada, porque no tenemos datos”, dijo el exdirector del FBI, James Comey, a la Comisión Judicial de la Cámara de Representantes, en 2015. “La gente tiene datos sobre quién fue al cine el fin de semana pasado… y yo no puedo decir cuántas personas fueron baleadas por la policía en Estados Unidos el mes pasado, el año pasado, ni nada sobre la demografía. Y esa es una pésima situación”.
Por lo tanto, nos vemos obligados a confiar en estimaciones, pero incluso estas pintan una imagen clara.
Una revisión de medios de la Oficina de Estadísticas de Justicia (BJS, por sus siglas en inglés) encontró un total de 1.348 muertes potenciales relacionadas con arrestos en diez meses, desde junio de 2015 hasta marzo de 2016, un promedio de 135 muertes por mes, o un poco más de 4 por día. (La revisión excluye las muertes bajo la jurisdicción de las fuerzas del orden público federales y tribales, y la BJS reconoció que no proporciona un panorama completo).
En comparación, solo 13 personas en el Reino Unido murieron bajo custodia policial en el período más cercano, según la agencia de control de la Policía del país. En Australia, ocurrieron 21 muertes bajo custodia policial u operaciones relacionadas con la custodia, entre 2015-2016. Esas medidas son la comparación más precisa con la cifra de muertes relacionadas con arrestos en Estados Unidos, según el Ministerio del Interior del Reino Unido. La cifra del Reino Unido no incluye todas las muertes que ocurrieron después del contacto policial.
La policía estadounidense también les dispara a más personas que las fuerzas similares en otros países desarrollados.
El FBI registró que 407 personas fueron baleadas en un acto de “homicidio justificable” por un agente de policía, en 2018, una disminución con respecto a años anteriores. Pero los homicidios declarados justificables no abarcan todos los homicidios policiales, y los números del FBI son ridiculizados por muchos grupos de derechos humanos y organizaciones de noticias que han recopilado cifras mucho más altas. The Washington Post contó a 1.004 personas asesinadas a tiros por la policía, en 2019, por ejemplo, mientras que el grupo Mapping Police Violence registró 1.099.
Los comentarios de Comey a la Comisión Judicial de la Cámara de Representantes ilustran la propia aceptación del FBI de que su número no cuenta la historia completa. No obstante, incluso la cifra del FBI eclipsa dramáticamente a la de muchos otros países, donde los tiroteos policiales son incidentes altamente aislados. Y la Policía en Nueva Zelandia y el Reino Unido (excepto Irlanda del Norte) no portan armas de fuego de forma rutinaria.
Canadá puede seguir más de cerca a Estados Unidos entre los países del G7. Los datos oficiales solo se recopilan cuando se acusa a un agente, pero un análisis de CBC, afiliada de CNN, encontró 461 encuentros policiales fatales, entre 2000 y 2017.
Los estadounidenses también tienen más probabilidades de ser arrestados o encarcelados que sus pares en todo el mundo.
Se realizaron un total de 10.310.960 arrestos en EE. UU., en 2018, es decir, un arresto por cada 32 ciudadanos estadounidenses. Esas cifras le dan a Estados Unidos una tasa de arresto mucho más alta que el Reino Unido o Australia, entre otros.
De los confrontados o arrestados por la policía, los estadounidenses negros tienen más probabilidades de ser sometidos por la fuerza, una queja clave de los manifestantes que marchan en todo Estados Unidos.
Los agentes de policía tienen más probabilidades de usar la fuerza sobre los estadounidenses negros y, según un estudio de 2016, publicado en el American Journal of Health, los hombres negros tienen casi tres veces más probabilidades de morir por intervención policial que los hombres blancos. Cifras comparables para otros países no están fácilmente disponibles.
En general, más estadounidenses están sujetos a los engranajes del sistema de justicia penal que en muchos otros países; y más terminan también en prisión.
Estados Unidos tiene la mayor población carcelaria del mundo, así como la mayor tasa de encarcelamiento per cápita, según World Prison Brief, una iniciativa con sede en Londres que cuenta anualmente las poblaciones de presos en todo el mundo.
Solo cuatro ciudades de EE.UU. tienen más habitantes que las cárceles del país, y la población carcelaria de Estados Unidos, de 2,2 millones, es más alta que las poblaciones combinadas de Washington, Boston y Miami.
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Las tasas son altas en todo el país. Si cada estado de Estados Unidos se contara como un país, los 31 países con las tasas de encarcelamiento más altas del mundo serían todos estados de EE.UU., según la Prison Policy Initiative. Oklahoma, Louisiana y Mississippi tienen tasas de encarcelamiento de más de 1.000, lo que significa que más de una de cada cien personas en esos estados estaba presa en 2018. En comparación, la tasa de encarcelamiento más alta fuera de EE.UU. se encuentra en El Salvador, donde 614 personas por cada 100.000 son presos, de acuerdo con Prison Policy Initiative.
Los negros estadounidenses representan un tercio de la población carcelaria de Estados Unidos, a pesar de que solo representan alrededor de una octava parte de la población total del país.
El Reino Unido y Canadá sufren problemas similares, pero no en la escala de Estados Unidos.
Los datos disponibles muestran una imagen clara y preocupante, y explican por qué la reforma policial y judicial ha estado provocando gritos de manifestantes durante tanto tiempo.
Sergio Hernández de CNN contribuyó a este informe.