Washington (CNN) – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, autorizó el jueves sanciones y restricciones de visas adicionales contra el personal de la Corte Penal Internacional (CPI), el último intento de la administración de obligar al cuerpo internacional a abandonar una investigación sobre posibles crímenes de guerra por parte de funcionarios militares y de inteligencia de EE.UU.
El tribunal internacional calificó la acción como “la última de una serie de ataques sin precedentes contra la CPI” que “constituyen una escalada y un intento inaceptable de interferir con el estado de Derecho y los procedimientos judiciales de la Corte”.
Según el nuevo decreto, cualquier persona que “haya intervenido directamente en cualquier esfuerzo de la CPI para investigar, arrestar, detener o enjuiciar a personal de Estados Unidos sin el consentimiento de Estados Unidos” o haya intentado lo mismo contra un aliado de Estados Unidos sin el consentimiento de ese país puede estar sujeto a sanciones.
La última medida se produce meses después de que la CPI autorizó una investigación sobre presuntos crímenes de guerra cometidos en Afganistán por las fuerzas estadounidenses y afganas, así como sobre presuntos crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad cometidos por los talibanes. También sigue un impulso del fiscal jefe de la corte, Fatou Bensouda, para investigar posibles crímenes cometidos por Israel contra los palestinos, una perspectiva sobre la cual el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, dijo que estaban “gravemente preocupados”.
La luz verde para sancionar a los funcionarios de la CPI ya ha despertado la preocupación de los funcionarios internacionales y las organizaciones de derechos humanos.