(CNN) –– Un cargamento de 13 toneladas de productos de belleza, como extensiones (también llamados postizos) sospechosas de haber sido fabricadas con cabello humano, fue incautado este miércoles por funcionarios de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) en el Puerto de Nueva York/Newark.
Según la agencia, el envío se originó en Xinjiang, China, lo que señala posibles abusos a los derechos humanos por trabajo forzado y encarcelamiento. Los productos valían más de 800.000 dólares.
Xinjiang es una región rural autónoma en el noroeste de China y el hogar de aproximadamente 11 millones de uigures, una minoría étnica predominantemente musulmana con su propia cultura e idioma. Hasta hace poco, en Xinjiang había muchos más uigures que chinos han, la mayoría étnica que conforma el resto del país.
El Departamento de Estado de EE.UU. calcula que más de un millón de uigures han sido detenidos en una red masiva de campos de reclusión en Xinjiang, donde supuestamente están “sometidos a tortura, tratos crueles e inhumanos como el abuso físico y sexual, el trabajo forzado y la muerte”.
Además del adoctrinamiento político, exdetenidos le dijeron a CNN que experimentaron privación del sueño, falta de alimentos e inyecciones forzadas.
Esta es la segunda vez este año que la CBP incauta productos provenientes de China sospechosos de haber sido hechos con el cabello de prisioneros.
“Es absolutamente esencial que los importadores estadounidenses se aseguren de que la integridad de su cadena de suministro cumpla con los estándares humanos y éticos esperados por el gobierno estadounidense y por los consumidores estadounidenses”, señaló Brenda Smith, comisionada asistente ejecutiva de la Oficina de Comercio de CBP.
“La producción de estos bienes constituye una violación muy grave a los derechos humanos, y la orden de detención tiene la intención de enviar un mensaje claro y directo a todas las entidades que buscan hacer negocios con Estados Unidos de que no se tolerarán prácticas ilícitas e inhumanas en la cadena de suministros de EE.UU.”, completó.
China enfrenta el escrutinio internacional por su trato a los uigures, y en junio, el presidente Donald Trump firmó un proyecto de ley que tenía como objetivo castigar a Beijing por su represión contra la minoría étnica.
Sin embargo, según el nuevo libro de John Bolton The Room Where It Happens, Trump le dijo a su homólogo chino Xi Jinping en 2019 que debería “seguir adelante con la construcción de los campamentos”. Según la versión de Bolton, Trump pensó que eso era “exactamente lo correcto”.