Nota del editor: Mari Rodríguez Ichaso ha sido colaboradora de la revista Vanidades durante décadas. Especialista en moda, viajes, gastronomía, arte, arquitectura y entretenimiento. Productora de cine. Columnista de Estilo de CNN en Español. Síguela en Twitter en @marichaso. Las opiniones expresadas en este comentario son suyas. Ver más artículos como este en CNNe.com/opinion.
(CNN Español) – Hoy en día, que nuestra prioridad es cuidarnos, podemos organizar nuestro tiempo y reservar un espacio para ayudar a nuestra salud y apariencia.
Desde pequeña me llamaba mucho la atención que nuestras madres y abuelas usaran aceites para sus rituales de belleza. ¡Mi tía Martha usaba mayonesa para dar brillo al cabello!, ¡y mi tía Pura –hermana de mi madre, que murió a los 101 años con una piel maravillosa, sin apenas líneas y suave como el terciopelo– usaba diariamente aceite de oliva en el cutis. ¡Y no podía faltarle!
Muchas tías, abuelas o madres, todavía adoran los probados beneficios en la piel y en el cabello del aceite de coco, almendras, argán, rosa mosqueta, aguacate, oliva o cacao. Igual que el efecto de la sábila o “aloe” cuya raíz produce un gelatinoso y codiciado bálsamo. Y millones de mujeres en todo el mundo avalan sus beneficios.
Por siglos esta belleza natural ha sido un “culto”. Y, mirando hacia atrás y usando cada día más ingredientes naturales, el mundo de la cosmética ha lanzado varios aceites faciales que están de última moda. También hay algo psicológicamente muy agradable cuando, con sus nuevas fórmulas, penetran con rapidez (como si la piel los “bebiera” sedienta) sin dejar apenas residuos.
¿Sus beneficios? Tener importantes nutrientes que reafirman la piel y la “alimentan” como las vitaminas antioxidantes (A y C) y los minerales que, usados juntos, pueden reducir las señales de envejecimiento e impartir lozanía y un bello resplandor a la piel.
Y los nuevos aceites faciales, que se venden en todos los precios, están creados con fórmulas ligeras que no causan exceso de grasa, no tapan los poros y penetran enseguida. Esto es bueno saberlo porque muchas personas con la piel grasa, no conocen esta excelente cualidad.
Lo natural siempre fue muy codiciado
Me encantan las leyendas de la historia, y siempre recuerdo leer sobre Cleopatra, la seductora más lista de la antigüedad y sus famosos cuidados de belleza con aceites en todo su cuerpo ¡y aquellos legendarios baños de tina de pura leche de cabra! Y desde entonces las mujeres (¡y cada día más hombres!) buscan en la naturaleza nuevos secretos para lucir mejor ¡y lo más bello posible!
Siempre lo digo: desde hace tres años uso aceites faciales y he podido notar el efecto beneficioso en mi piel madura. Igual que me encanta la sensación cuando noto que penetra enseguida, ¡y no hay duda de que la piel queda reluciente, nada grasosa! Es importante recalcar que las pieles secas de mujeres maduras reciben un mayor beneficio, al igual que las pieles de cualquier edad que lucen deshidratadas.
Su aplicación: en la noche, después de desmaquillarnos y antes de usar la crema o humectante nocturno, es el momento ideal. Muchos expertos maquilladores agregan al hidratante, ¡y a la base de maquillaje o “foundation”! unas gotitas del aceite facial. ¡Un tip que funciona muy bien!
Los aceites faciales –sin embargo – no sustituyen el hidratante que usamos todos los días, sino que es un producto que refuerza su acción humectante.
Tips prácticos
1.-Trata de conocer los aceites faciales y comprobar su textura en tiendas especializadas en cosméticosdonde tienen muestras. Muchos traen un gotero, para evitar que los dedos contaminen sus principios activos.
2.- Si tienen perfumes o cítricos, cuidado con las alergias. Los libres de fragancias son ideales.
3.- Algunos tienen ingredientes adicionales, como el retinol, para usarlo en la noche. Y están los que contienen jugo de uvas y vino, y aquellos que están hechos con ingredientes caros y exclusivos, pero que también pueden encontrarse a precios accesibles.