(CNN) – Él es un padre típicamente orgulloso cuando recuerda la alegría de que su hija haya ganado una medalla.
Pero el orgullo de Choi Young-hee está lleno de remordimiento mientras habla con Deportes CNN luego de la muerte de su hija, el mes pasado.
Después de la muerte de Choi Suk-hyeon, de 22 años, sus compañeras de equipo presentaron denuncias horribles sobre lo que dicen que son prácticas de entrenamiento abusivas física y emocionalmente de su equipo de triatlón.
El padre de Choi dice que las imágenes de cámaras de seguridad, las zapatillas encontradas en un tejado y una serie de mensajes de texto que envió a su madre fueron factores que determinaron que Choi se suicidó.
El presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, dijo que es “desgarrador que una atleta, que debería haber sido amada por todos, tomara una decisión extrema”.
“El mejor recuerdo para nosotros (padres de atletas) es ver esa cara orgullosa de ganar una medalla después de un duro entrenamiento”, dijo el padre de Choi a CNN.
“No lo sabía en ese entonces, pero me duele mucho darme cuenta de que nosotros los padres fuimos unos tontos. No sabíamos bien en ese entonces, pero ahora que lo pienso, esos buenos recuerdos duelen aún más”.
En medio de su dolor, él dice que ha sido consolado por los mensajes de apoyo que recibió después de la muerte de su hija.
“Además, cuando la gente coloca pancartas (de Choi) en las calles y nos llama para felicitarnos. Esto sucede con bastante frecuencia.
“En este momento, hay una pancarta que llama a Suk-hyeon ‘hija de Chilgok’”, dice él, en referencia a el pequeño condado en las afueras de Daegu, Corea del Sur, donde creció.
Choi agrega que en 2019 fue consciente por primera vez del abuso que su hija dijo sufrió como parte del equipo de triatlón del Ayuntamiento de Gyeongju. Él dice que su hija se tomó todo el año libre de competir en triatlón en 2018, diciendo que estaba cansada y que no podía continuar con el entrenamiento.
El 1 de julio, el deporte coreano y el Comité Olímpico de Corea del Sur (KSOC) dijeron que recibieron un informe de Choi, el 8 de abril, en el que denunciaba que había sido abusada por su cuerpo técnico, mientras que el padre de Choi le dijo a CNN que presentó una queja verbal al Ayuntamiento de Gyeongju, el 6 de febrero.
Después de esa queja verbal, la Asociación de Deportes del Ayuntamiento de Gyeongju lanzó una investigación y entrevistó a los compañeros de equipo de Choi por teléfono. El 9 de marzo, Choi presentó una queja por correo a la Oficina de la Policía de Gyeongju.
Según el KSOC, se inició una investigación inmediatamente después de la acusación de Choi, en abril, y la Oficina del Fiscal del Distrito de Daegu está investigando actualmente.
En una captura de pantalla de texto, Choi intercambió mensajes con su madre, poco antes de quitarse la vida, y le rogó a su madre que “descubriera los pecados” de las personas que, según dijo, abusaron de ella.
Durante una conferencia de prensa, celebrada el 5 de julio, en la Asamblea Nacional, dos de los excompañeros de equipo de Choi dijeron que la atleta, de 22 años, quien terminó en el puesto 14 en el Campeonato Nacional de Triatlón del año pasado en Corea, sufrió abuso físico y psicológico mientras entrenaba con el equipo del Ayuntamiento de Gyeongju.
Ambos atletas hablaron en cámara con mascarillas cubriendo sus bocas. Sus identidades se ocultaron por temor a represalias. CNN no pudo hablar con ellos.
Una compañera de equipo alega que el entrenador Kim Kyu-bong la obligó a ella y a Choi a levantarse durante la noche y comer 200.000 wones (US$167) de pan y vomitaron después de tomarse una Coca-Cola en el almuerzo.
“[El] equipo de triatlón era un reino para el entrenador y ciertos atletas, mientras que el abuso físico y verbal habitual se consideraba natural en secreto, a puerta cerrada”, dijo la compañera de equipo.
“El entrenador habitualmente abusó física y verbalmente de Suk-hyeon y otros atletas”.
Kim fue expulsado del deporte de por vida, este lunes. “La Policía me está investigando y, si se demuestra, actuaré en consecuencia”, dijo, el lunes, en una reunión de emergencia realizada por la Subcomisión Deportiva de la Asamblea Nacional, negando todas las acusaciones.
CNN ha hecho múltiples intentos de contactar a Kim a través de llamadas y mensajes de texto, pero no recibió una respuesta.
Según el padre de Choi, una vez ella incluso huyó del alojamiento del equipo: “Se escapó, diciendo que no podía competir en un equipo como este”, dice. “Pero todo ese tiempo, ella nunca habló de abuso, solo dijo que estaba cansada.
“Apenas venía a casa … No la enviaron a casa de vuelta. Incluso cuando vino, no pudo quedarse mucho tiempo. Tampoco hablaba”.
Él dice que la convenció de regresar al equipo en 2019, cuando Kim acordó presionar menos a Choi y el control de su peso.
Sin embargo, según el padre de Choi, fue la influencia de la capitana del equipo, Jang Yun-Jung, y de la atleta sénior Kim Do-hwan, lo que significaba “regresar a días de pesadilla” en un campo de entrenamiento, en Nueva Zelandia.
Uno de los compañeras de equipo de Choi, quien habló en la conferencia de prensa de la Asamblea Nacional dijo, por experiencia propia, que Jang, la capitana del equipo, había abusado de miembros del equipo.
Esa compañera de equipo dijo que Jang “siempre trazó una brecha entre las atletas, empujó a las atletas al abismo del infierno con abuso físico y verbal y nos hizo autodestruirnos debido al estrés mental”.
Jang también negó las acusaciones en la reunión de emergencia celebrada por la Subcomisión de Deportes de la Asamblea Nacional, diciendo que: “(La muerte de Choi) me duele al ser yo misma una atleta, pero he cooperado sinceramente en la investigación”. También ha sido expulsada del deporte por vida por la Federación Coreana de Triatlón (KTF).
Kim, la atleta sénior, a quien se le puso una prohibición de estar en el deporte durante 10 años, negó las acusaciones de abuso físico: “No hay nada por lo que disculparme”, dijo. “Es desafortunado (que Choi haya muerto), pero no abusé físicamente de ella, así que no hay nada por lo que disculparme”.
En la reunión del gabinete, de la semana pasada, Moon reconoció la muerte de Choi y pidió una reforma de las instituciones deportivas en Corea del Sur.
“El trato cruel y el abuso en los atletas son legados de los viejos tiempos, que no pueden justificarse con ninguna palabra”, dijo Moon.
“El mundo de los deportes debería salir del comportamiento pasado que ha continuado convencionalmente.
“La percepción y la cultura deben cambiar primero … Un atleta debe poder disfrutar de su juego. El sudor que gotea mientras se superan es hermoso, pero si siguen los tratos crueles y los abusos en los entrenamientos, incluso si se gana una medalla, no sería valioso.
“Este [desafortunado] caso no debe repetirse. El castigo adecuado y las responsabilidades deben seguir a través de una investigación estricta”, dijo Moon.
El presidente de la KTF, Park Seek-won, dijo en un comunicado: “La asociación se está tomando este caso extremadamente en serio y tomará las medidas más rápidas y firmes de acuerdo con la decisión del Comité de Justicia del Deporte.
“Además, para evitar la recurrencia, la Asociación se asegurará que tales casos no pueden volver a ocurrir en nuestro deporte por cualquier medio que sea necesario”.
En una declaración, del 2 de julio, relacionada con la muerte de Choi, el Ministerio de Cultura, Deportes y Turismo de Corea del Sur dijo que estaba creando un grupo de trabajo dirigido por la viceministra Choi Yoon-hee para “comprender a fondo los detalles y los problemas de este caso y reprenderá estrictamente a aquellos con fallas”.
El KSOC dijo que “se disculpa sinceramente” con Choi y su familia, y agregó que “se siente muy responsable(s) por no reconocer su dolor”.
“En el centésimo año de los deportes coreanos, el KSOC se esforzará por asegurarse de que los deportes, que han sido un gran consuelo y esperanza para las personas, puedan contribuir una vez más a su espíritu fundamental: justicia e imparcialidad”.
No es la primera vez que el deporte coreano se ve afectado por la controversia.
En 2018, Paula Hancocks, de CNN, investigó la cultura del abuso en el patinaje de velocidad de Corea del Sur. Una atleta dijo que sufrió abuso físico a partir de los 11 años y acoso sexual a partir de los 15. CNN acordó no nombrarla públicamente porque temía represalias.
En ese momento, Lee Kee-heung, jefe del KSOC, se disculpó con los atletas, el público y las empresas que apoyaban a la industria del deporte, culpando a los “defectos sistémicos” de que se permitiera que continuaran los abusos.