(CNN) – India superó este viernes más de un millón de casos coronavirus, con lo que ya es el tercer país del mundo en rebasar esa barrera, después de Estados Unidos y Brasil.
En los tres países, la pandemia está causando estragos en los sistemas de salud, las economías y la vida cotidiana de los ciudadanos.
Estados Unidos tiene el mayor número de casos en el mundo, con más de 3,5 millones de infecciones registradas desde que comenzó la pandemia. Hubo más de 77.000 nuevos casos solo el jueves.
Los nuevos casos diarios se han más que triplicado en solo unas pocas semanas; la cifra rondaba los 25.000 a mediados de junio.
Los estados afectados están llevando a cientos de elementos del personal médico de otros estados para ayudar y los hospitales se están quedando sin camas en las unidades de cuidados intensivos (UCI). En Arizona y Texas, los condados más afectados han puesto en servicio camiones refrigerados a medida que se llenan las morgues.
En Brasil, los casos aumentan en decenas de miles cada día. El país ahora tiene 2.012.151 casos y 76.688 muertes, según datos de la Universidad Johns Hopkins.
El gobierno ha sido criticado por su manejo de la pandemia. El presidente Jair Bolsonaro, quien dio positivo por coronavirus la semana pasada, previamente minimizó el virus como solo una “pequeña gripe”. El mandatario criticó a los líderes locales que impusieron bloqueos e insinuó que estaban inflando los peajes de muerte para que la respuesta del gobierno federal se viera mal.
En tanto, el Ministerio de Salud del país continúa siendo administrado por un militar en servicio activo sin experiencia en salud pública, designado como ministro interino hace dos meses.
En la India, el ministerio de salud ha reportado 1.003.832 casos en total y más de 25.600 muertes. También está viendo un aumento de infecciones y reportó su mayor salto diario en nuevos casos entre el jueves y el viernes.
En todo el país, los pacientes más críticos están siendo rechazados en los hospitales públicos y privados por falta de camas, personal y equipo, mientras la infraestructura de salud se dobla bajo la presión.
Los ciudadanos más pobres son los más afectados. Alrededor de 74 millones de personas viven hombro con hombro en barrios marginales urbanos superpoblados, donde hay poca agua corriente o saneamiento y el distanciamiento social es imposible.