(CNN Español) – La provincia china de Heilongjiang atravesó por un misterioso brote de coronavirus, luego de estar libre de la enfermedad. Una publicación en la revista Enfermedades Infecciosas Emergentes de los Centros para la Prevención y el Control de las Enfermedades de Estados Unidos describe cómo detectives epidemiológicos chinos resolvieron el misterio: todo comenzó con un ascensor residencial y una paciente asintomática que regresó de Estados Unidos y causó al menos 71 contagios.
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Hola, soy el Dr. Elmer Huerta y esta es su diaria dosis de información sobre el nuevo coronavirus, información que esperamos sea de utilidad para cuidar su salud y la de su familia. Hoy veremos cómo los detectives de la epidemiología lograron resolver el misterio de 71 casos de coronavirus que se detectaron en una ciudad china, en la que la infección ya había desaparecido.
Una de las especialidades de la epidemiología, la disciplina de la salud pública que estudia la distribución y las causas de las enfermedades en una población, es el de la investigación de brotes.
Se define como brote a la aparición de varios casos de una enfermedad en un corto tiempo, y en una zona geográfica determinada. Es decir: cuando el número de casos que se presentan es mayor al que normalmente se esperaría para esa localidad.
Por ejemplo, cuando el 31 de diciembre del 2019 se anunció que se habían descubierto 27 casos de una rara neumonía en personas asociadas a un mercado de animales silvestres en la ciudad de Wuhan, se estaba anunciando un brote.
La aparición de un brote de enfermedad infecciosa implica que los detectives de epidemiología empiecen a trabajar a partir de un protocolo muy estricto que incluye detalladas entrevistas con pacientes y familiares, exámenes de laboratorio y sofisticados programas de computación con el fin de descubrir la causa de la infección.
Una vez identificado el tipo de patógeno causante del brote, los epidemiólogos averiguan el modo de contagio y las medidas de prevención.
En una publicación en la revista Enfermedades Infecciosas Emergentes de los Centros para la Prevención y el Control de las Enfermedades de Estados Unidos se describe la investigación de un brote de covid-19 ocurrido en el mes de abril en la provincia de Heilongjiang en China.
Este brote se originó a partir de un contagio que se extendió por la contaminación en la superficie de alguna parte del ascensor de un edificio.
Aunque la provincia de Heilongjiang se encontraba libre de la enfermedad desde el 11 de marzo, sus autoridades de salud pública estaban, sin embargo, siempre atentas a la aparición de nuevos casos.
El primer contagio se detectó el 9 de abril y el 22 de abril el brote llegó a tener 71 caso.
Tras un metódico trabajo, que como dijimos incluye una combinación de laboriosos interrogatorios a los casos positivos de la enfermedad y a sus contactos, los investigadores lograron resolver el misterio del brote.
Todo empezó el jueves 19 de marzo cuando una mujer de 25 años regresó de Estados Unidos a la provincia de Heilongjiang.
De acuerdo al protocolo, la mujer, que vivía sola, fue puesta inmediatamente en cuarentena en su casa, en un edificio de apartamentos, y el 31 de marzo se le hizo una prueba molecular -la que se hace para descubrir el virus en la secreción de la nariz- la cual fue negativa.
El 3 de abril se le hizo una prueba serológica -la que determina si la persona tiene anticuerpos y por tanto ya pasó la enfermedad- que también fue negativa.
Hasta allí, la señora que regresó de Estados Unidos.
Veamos ahora al vecino, un hombre que vivía en el piso inferior, y que compartió múltiples veces el ascensor del edificio de la mujer recién llegada, pero con quien nunca se encontró en persona.
El 26 de marzo, la madre de este vecino y su novio se quedaron a dormir en su apartamento. El 29 de marzo, la pareja visitó a tres amigos, uno de los cuales desarrolló un derrame cerebral tres días después de la visita y fue llevado al hospital.
En el hospital, mientras se recuperaba del derrame cerebral, el paciente fue cuidado por los mismos médicos y enfermeras de otros pacientes, y compartió todas las facilidades del hospital con otros pacientes, incluyendo un horno de microondas.
Estando hospitalizado, el paciente con derrame cerebral empezó a desarrollar fiebre, por lo que fue enviado a un segundo hospital para su investigación.
Dejemos ahora, por un momento, la historia del enfermo con derrame cerebral que ya había visitado dos hospitales y veamos qué pasó con el novio de la madre del vecino de la mujer que estaba en cuarentena tras haber regresado de Estados Unidos.
Ese hombre empezó a presentar síntomas el 7 de abril. Dos días después, el 9 de abril, su prueba molecular del nuevo coronavirus resultó positiva: es decir estaba infectado, y al ser el primer caso confirmado del brote, toda la madeja empezó a desenredarse a partir de él…
Al darse cuenta de que el paciente había estado en el mismo edificio en que estaba en cuarentena la mujer que había regresado de Estados Unidos, fueron a visitarla y le hicieron nuevamente las pruebas molecular y serológica.
Esta vez, la prueba serológica salió positiva para inmunoglobulina G, lo que significaba que la mujer estaba pasando la enfermedad y era el probable origen del contagio.
Los investigadores concluyeron que esta mujer tenia covid-19, que era asintomática, y debido a que todos usaban mascarillas, es muy probable que haya contagiado a su vecino a través de la contaminación de una superficie en el ascensor.
Regresando al paciente con derrame cerebral, se averiguó que él y sus dos hijos fueron contagiados por el novio de la madre en la visita que recibieron en su casa el 29 de marzo.
Las investigaciones determinaron que estas tres personas contagiaron a 28 individuos en el primer hospital -incluyendo a cinco enfermeras y un médico- y a 20 en el segundo hospital.
En total, el brote tuvo 71 personas infectadas y al hacer el análisis del genoma de 21 de esos virus se descubrió que este era importado, es decir, que había venido de Estados Unidos.
Hasta el 22 de abril, la mujer que regresó de Estados Unidos seguía asintomática.
Los investigadores concluyen que el brote se originó rápidamente a partir de un solo caso asintomático importado, y que, de no haberse tenido los recursos y personal para hacer una minuciosa investigación, el brote no se hubiera controlado.
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