La historia de la colección de cerebros
1945
Se funda el Instituto de Patología Cerebral, vinculado al Hospital Psiquiátrico Risskov en Aarhus, Dinamarca
Hospital Risskov, fotografiado a principios de 1900.
Crédito: Museo Ovartaci
1945-1982
Cerca de 9.500 cerebros son recolectados sin permiso de pacientes psiquiátricos fallecidos en todo Dinamarca
Los cerebros se recolectaron y enviaron desde hospitales daneses, incluido el Rigshospitalet (en la foto), en Copenhague.
Crédito: Jesper Vaczy/Medical Museum
1982
El jefe de la colección de cerebros, Knud Aage Lorentzen, se jubila. Nadie ocupa su lugar y la colección permanece intacta en un sótano.
Los cerebros, que se muestran aquí en sus envases amarillos originales, permanecerían prácticamente intactos durante más de 20 años.
Crédito: Hanne Engelstoft
1987
Se establece el Consejo Danés de Ética
El Consejo de Ética es un grupo independiente formado para asesorar al Parlamento danés (esta foto, en 2016) sobre asuntos éticos.
Crédito: olli0815/iStock/Getty Images
1991
Después de que el Consejo de Ética dijera que los cerebros se pueden usar con ciertas restricciones, la Asociación Nacional de Salud Psiquiátrica de Dinamarca (SIND, por sus siglas en danés) exige que se entierren los cerebros, lo que generó uno de los primeros debates científicos éticos importantes en Dinamarca
Algunas piezas de material cerebral se conservan en cera de parafina.
Crédito: Hanne Engelstoft
2005
El científico danés Karl-Anton Dorph-Petersen se hace cargo del mantenimiento diario de la colección en Aarhus
Karl-Anton Dorph-Petersen ayudó a revivir y preservar la colección a mediados de la década de 2000.
Crédito: Hanne Engelstoft
2006
El Consejo de Ética va en contra de las demandas políticas y religiosas al dictaminar que es éticamente correcto utilizar cerebros de pacientes psiquiátricos fallecidos para investigación sin obtener el consentimiento de los familiares. Esta vez, la SIND está de acuerdo
La colección incluye registros de pacientes y tejidos conservados en portaobjetos, como estos.
Crédito: Hanne Engelstoft
2017-2018
La falta de financiación amenaza los cerebros, y la colección se salva trasladándola a Odense, donde el Dr. Martin Wirenfeldt Nielsen se hace cargo.
Los cerebros se colocaron en cubos blancos nuevos para trasladarlos a Odense, donde permanecen almacenados de forma segura en estantes rodantes.
Crédito: Samantha Bresnahan/CNN
Fuente: Thomas Erslev, historiador de la ciencia médica
Gráfico: Woojin Lee, CNN