(CNN) – Una bomba ciclónica históricamente fuerte, que provocó vientos que mataron al menos a dos personas, se está uniendo con un poderoso río atmosférico para traer fuertes lluvias, posibles inundaciones, ráfagas de vientos y nieve en el norte de California y el noroeste del Pacífico. Además, otro sistema puede estar en camino.
Según el Centro de Predicción Meteorológica, los efectos combinados de los sistemas meteorológicos causaron un riesgo alto y poco frecuente de precipitaciones excesivas, o un nivel 4 de 4, en todo el noroeste de California hasta este jueves.
La región podría enfrentar lluvias generalizadas de 7 a 12 cm con totales de más de 20 cm. Combinadas con los aguaceros del miércoles, es posible que este jueves se alcance un récord de 40 cm o más de precipitaciones.
Las nevadas de montaña también continuarán en el norte de Sierra Nevada y las Cascadas de Oregón hasta este jueves por la mañana. Se espera que las tormentas traigan entre 30 y 60 cm de nieve.
Los residentes de la costa del Pacífico de California estaban llenando sacos de arena este miércoles en preparación para el aumento de las lluvias y posibles inundaciones. La zona también fue azotada por los fuertes vientos del ciclón bomba que causó estragos en el noroeste del Pacífico esta semana. Entre esos vientos hubo una ráfaga de 150 km/h cerca de la costa, en el condado de Humboldt.
Ya se han producido una docena de pequeños deslizamientos en todo el norte de ese estado en 24 horas. Uno de ellos, en la autopista 281, causó el miércoles en la mañana el accidente de un vehículo, según Associated Press.
Las autoridades del estado también estaban luchando para identificar las carreteras que se inundaron durante la noche, advirtió Cal Fire en un post en X.
Estas carreteras del interior, también cubiertas de nieve, han creado condiciones que podrian incidir a la hora de manejar.
“Recuerda reducir la velocidad y conducir con precaución en estas peligrosas condiciones”, dijo Cal Fire. “Asegúrate de que tus limpiaparabrisas estén en buenas condiciones, enciende las luces y aumenta la distancia entre tu vehículo y otros en la carretera”.
Mientras la bomba ciclónica -que ayuda a alimentar el río atmosférico- se aleja de la costa, el Servicio Meteorológico Nacional está monitoreando otro sistema de baja presión que tiene el potencial de fortalecer el primero. Se espera que este nuevo sistema se mueva hacia la costa noroeste este viernes y se fortalezca.
Los meteorólogos, sin embargo, dudan que esta tormenta traiga el impacto que dejó la bomba ciclónica.
“Se espera que otra baja profunda en superficie se dirija hacia nuestra región mar adentro a primera hora de la mañana”, advirtió la oficina del servicio meteorológico en Seattle. “Queremos reiterar al público que no se espera que los impactos sean tan generalizados como a principios de semana”, dijo la oficina del Servicio Meteorológico de Seattle.
Las condiciones están mejorando en el estado de Washington a medida que la primera tormenta se aleja de la costa. Todas las advertencias de ventisca expiraron en las Cascadas, y el resto de las alertas meteorológicas invernales expirarán este jueves por la mañana.
Los cortes de energía en el estado también se redujeron, aunque cerca de 350.000 clientes en el estado de Washington siguen sin energía a última hora de este jueves, según PowerOutage.us.
Incluso sin tocar tierra, las bombas ciclónicas pueden ser mortales
Aunque la primera tormenta no llegó a tocar tierra, las bombas ciclónicas históricas pueden tener efectos devastadores.
Al menos dos personas murieron en el estado de Washington a causa de los fuertes vientos que derribaron árboles. Una de ellas, una mujer de unos 50 años en Lynnwood, al norte de Seattle. La otra murió mientras se duchaba en su casa del condado de King, según el Departamento de Bomberos de Bellevue.
El video muestra grandes daños en árboles, tendidos eléctricos y viviendas en todo el estado, donde la policía y los bomberos estuvieron trabajando para eliminar las ramas y troncos esparcidos por las carreteras, encima de los coches y un tanque de propano con fugas .
Algunos equipos de servicios públicos también estuvieron luchando para restablecer el suministro eléctrico, pero tienen un acceso limitado a las zonas más afectadas debido al bloqueo de las carreteras y a los deslizamientos de tierra.
Al sureste de Seattle, dos personas de Maple Valley fueron rescatadas y trasladadas a un hospital cercano después de que un árbol cayera sobre su tráiler. Otra persona fue liberada rápidamente, de acuerdo con un reporte de los bomberos de Puget Sound.
La tormenta fue “una de las peores de los últimos tiempos”, dijo este miércoles la alcaldesa de Issaquah, Mary Lou Pauly. “Estamos viendo daños significativos de los árboles. La mayoría de nuestros semáforos están apagados”.
Un árbol se estrelló contra la casa del residente de Washington Rob Corcoran el martes por la noche y cuando lo hizo, dijo a CNN, sonaba como un jet aterrizando en su techo.
“Ni siquiera salí porque tenía miedo de que me golpearan los escombros”, dijo Corcoran. “No tenía ni idea de que fuera tan grave”.
Un tren de Amtrak proveniente de Vancouver chocó este martes por la noche con un árbol caído en las vías férreas ubicadas al norte de Seattle, según un comunicado de Amtrak. No se registraron heridos entre los 48 pasajeros que iban a bordo, que pudieron completar su viaje en otro transporte.
Un maquinista fue hospitalizado para ser evaluado y posteriormente dado de alta, según Amtrak.
Este miércoles por la tarde también se divisó una tromba de agua frente a la costa del sur de Washington, según la oficina del Servicio Meteorológico Nacional en Portland, pero no pareció tocar tierra.
Aunque por el momento se prevé que la segunda tormenta sea menos grave que la primera, los suelos están cada vez más saturados en todo el noroeste.
Con más precipitaciones e inundaciones, la tierra se saturará demasiado y los ríos empezarán a subir a niveles más peligrosos. Las defensas naturales de la tierra contra las precipitaciones excesivas serán incapaces de retener el exceso de humedad, lo que podría provocar más escorrentías e inundaciones.
Isaac Yee, Hanna Park, Sara Smart, Andy Rose, Mike Madrigal y Taylor Romine de CNN han contribuido con este reportaje.