Jamieson Greer, entonces jefe de personal del Representante Comercial de EE.UU., en el foro del G20 sobre la sobrecapacidad del acero en el Ministerio Federal de Economía y Energía en Berlín, Alemania, 30 de noviembre de 2017. Crédito: Axel Schmidt/Reuters/Archivo

(CNN) – El presidente electo Donald Trump anunció a Jamieson Greer como su elección para servir como el próximo representante comercial de Estados Unidos.

Greer no es ajeno al papel, al haber sido jefe de personal del representante comercial durante el primer mandato de Trump, Robert Lighthizer. En ese momento, el Gobierno implementó aranceles generales sobre China y otros países, además de firmar el Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (USMC, por sus siglas en inglés). Trump menciona habitualmente la aprobación del acuerdo comercial T-MEC –que reemplazó al Tratado de Libre Comercio de América del Norte– como una victoria política y un punto destacado de su presidencia.

Si es confirmado por el Senado, Greer asumirá el cargo mientras se espera que Trump persiga una ambiciosa agenda comercial.

Tras ganar la elección, Trump ya prometió implementar nuevos aranceles sobre México, Canadá y China el primer día de su Gobierno, hasta que, dijo, los países eviten el flujo de inmigrantes y drogas ilegales a través de la frontera.

En la campaña, Trump dijo repetidamente que impondrá aranceles de entre el 10% o el 20% sobre cada importación que llegue a Estados Unidos, así como un arancel superior al 60% sobre todas las importaciones chinas.

El presidente electo ha descrito los aranceles como una herramienta de múltiples usos que se puede utilizar para castigar a otros países por prácticas comerciales desleales, impulsar la manufactura estadounidense y recaudar miles de millones de dólares para ayudar a financiar la extensión de los recortes de impuestos que firmó durante su primera administración.

La amenaza de aranceles también podría usarse como una táctica de negociación, ya que Trump se ha comprometido a renegociar el T-MEC

Greer, al hablar sobre las políticas comerciales y fiscales de otros países, dijo al New York Times en junio que “si nivelas ese campo de juego, hace que los estadounidenses no tengan que competir de manera desleal”.

Recientemente ha trabajado como socio en el equipo de comercio internacional de la firma de abogados King & Spalding, según su biografía de la empresa. En ese papel, ha cubierto casos sobre temas que incluyen política comercial, negociaciones y cumplimiento de acuerdos comerciales. Anteriormente se centró en asuntos relacionados con el comercio en la práctica privada y sirvió en el Cuerpo de Abogados del Juez de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, durante el cual fue destinado a Iraq, según la biografía.