(CNN) – Elon Musk y Vivek Ramaswamy pretenden apoyarse en dos recientes sentencias de la Corte Suprema de Justicia que, según ellos, facilitarán la eliminación de multitud de normativas federales.
El dúo, que el presidente electo Donald Trump escogió para dirigir el recién propuesto “Departamento de Eficiencia Gubernamental”, conocido como DOGE por sus siglas en inglés, apunta a las sentencias en Virginia Occidental contra la Agencia de Protección Medioambiental en 2022 y en Loper Bright Enterprises contra Raimondo a principios de este año, ambas de las cuales limitaron la autoridad reguladora de las agencias federales.
Sin embargo, varios expertos legales y reguladores dijeron a CNN que Musk y Ramaswamy están malinterpretando las decisiones, lo que en realidad podría hacer más difícil anular las normas existentes.
“Estas recientes sentencias de la Corte Suprema de Justicia no les facilitarán la vida a la hora de reducir el stock de regulaciones existentes”, dijo James Broughel, miembro senior del Competitive Enterprise Institute, un think tank de libre mercado que tiene como objetivo reducir las regulaciones. Decisiones “como Loper Bright van en su contra”, dice.
Sentencias importantes
En la sentencia sobre el caso Loper Bright, los magistrados anularon un precedente judicial de larga data que exigía a los tribunales dar deferencia a la elaboración de normas por parte de las agencias federales cuando una ley es ambigua, y la nueva decisión significa que los tribunales prestarán más atención a las medidas normativas que adopte el poder ejecutivo. En el caso de Virginia Occidental, la Corte Suprema recortó el poder de las agencias para abordar cuestiones de gran importancia económica y política cuando el Congreso no ha otorgado explícitamente a las agencias esas facultades.
“Juntos, estos casos sugieren que una cantidad de regulaciones federales actuales exceden la autoridad que el Congreso ha concedido en virtud de la ley”, escribieron Musk y Ramaswamy, que tienen muchas empresas que se beneficiarían de menos regulaciones, en un reciente artículo de opinión en The Wall Street Journal. “El DOGE presentará esta lista de regulaciones al presidente Trump, quien puede, mediante un decreto presidencial, pausar inmediatamente la aplicación de esas regulaciones e iniciar el proceso de revisión y rescisión. Esto liberaría a individuos y empresas de regulaciones ilícitas nunca aprobadas por el Congreso y estimularía la economía estadounidense”.
Pero hay varios problemas con las afirmaciones de ambos, dijo Nicholas Bagley, experto en Derecho Administrativo y profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Michigan.
“Son casos que limitan la discrecionalidad de las agencias”, dijo a CNN. “Los casos no añaden nada al poder del poder ejecutivo para reconsiderar antiguas regulaciones”.
Además, los departamentos federales todavía tendrían que seguir el proceso administrativo para revocar una norma mediante la emisión de una nueva regulación en su lugar. Las agencias tendrían que justificar por qué cambian la normativa y permitir que el público comente la norma propuesta. Este engorroso proceso requeriría importantes recursos por parte de las agencias, podría durar varios años y probablemente se vería sometido a impugnaciones legales una vez finalizada la nueva normativa.
“Es un proceso muy meticuloso y difícil que probablemente fracasará en la mayoría de los casos”, dijo Richard Pierce Jr., profesor de Derecho de la Universidad George Washington especializado en Derecho Administrativo y Regulación Gubernamental.
Recorte de trabajadores necesarios
Además, el proyecto requeriría mucha ayuda del personal de la agencia, los mismos trabajadores que Musk y Ramaswamy han prometido recortar. El dúo argumenta en el artículo de opinión que una reducción del número de trabajadores federales debería ser al menos “proporcional” al número de normativas eliminadas, añadiendo que en el futuro se necesitarían menos empleados para producir y hacer cumplir las normativas.
Según los expertos, esto podría ser contraproducente.
“Estas son las personas que van a necesitar para revisar todas estas normativas”, dijo Broughel. “Si realmente quieren hacer una mella importante en el stock de regulaciones, van a necesitar personas que han estado trabajando con estas regulaciones día tras día, y ese es el personal de carrera del servicio civil”.
Trump también prometió una reducción masiva de las regulaciones durante su primer mandato, pero tuvo más éxito en ralentizar el ritmo de nuevas regulaciones en lugar de recortar una multitud de las existentes, dijo Broughel.
Durante la primera administración de Trump, el Consejo de Asesores Económicos publicó un informe en 2019 que decía que las acciones desreguladoras del presidente aumentarían los ingresos de los hogares en US$ 3.100 después de cinco a 10 años. Además, señalaba que la introducción de nuevas regulaciones se estaba reduciendo al mínimo.
Existe, sin embargo, una forma de eliminar algunas de las regulaciones recientemente implementadas por la administración Biden. Los legisladores del Partido Republicano pueden utilizar la Ley de Revisión del Congreso para anular las normas promulgadas en los últimos meses del mandato del presidente Joe Biden, y esas medidas de revocación no están sujetas a las maniobras de dilación del Senado, lo que significa que los republicanos solo necesitarán 50 votos en la Cámara Alta para borrar de los libros esas normas recién promulgadas por Biden. Según una lista recopilada por Public Citizen, un grupo de defensa de los consumidores, unas 100 normas podrían ser elegibles.
Conflictos de intereses
Tanto Musk, propietario de X y consejero delegado de Tesla y SpaceX, como Ramaswamy, empresario biotecnológico, tienen motivos para querer recortar drásticamente las normativas, que podrían interferir en sus vastas carteras de negocios. Por ejemplo, en una charla sobre X el mes pasado, Musk criticó repetidamente las normativas gubernamentales, citando su interferencia con sus empresas.
“Es bastante arduo conseguir la aprobación de los organismos reguladores”, dijo Musk al hablar de su empresa Neuralink, que desarrolla interfaces cerebro-ordenador implantables. “Nos ralentiza, y creo que deberíamos ser capaces de ir más rápido en EE.UU. con el avance de la tecnología Neuralink y otras tecnologías que están ahí fuera sin relación con mi empresa”.
–Tierney Sneed, de CNN, contribuyó a este reportaje.