Hamas fue el último eslabón de las negociaciones sobre los rehenes y el cese el fuego en Gaza en expresar optimismo sobre las perspectivas de alcanzar un acuerdo, en medio de una oleada de actividad diplomática en la región.
En un comunicado oficial publicado este martes, Hamas afirmó que era “posible” llegar a un acuerdo. Una fuente de Hamas añadió que las conversaciones eran “positivas y optimistas”.
En los últimos días, altos funcionarios de Estados Unidos, Israel, Qatar y Egipto anunciaron avances en las negociaciones. Si bien los funcionarios advierten que no hay un acuerdo cerrado ni garantizado, el lenguaje optimista y la actividad diplomática reciente indican un impulso significativo hacia la consecución de un acuerdo.
Se espera que el director de la CIA, Bill Burns, viaje a Qatar esta semana para participar en nuevas conversaciones sobre un alto el fuego en Gaza, según dijeron a CNN un funcionario estadounidense y una segunda fuente familiarizada con los planes, y se espera que Burns llegue a Doha este miércoles, según la segunda fuente
Una fuente israelí familiarizada con el asunto le dijo a CNN que todavía faltan semanas para que se llegue a un acuerdo.
Hamas también advirtió de que aún quedan obstáculos, y sugirió que Israel estaba “imponiendo nuevas condiciones” en las negociaciones.
“El Movimiento de Resistencia Islámica Hamas dice que, a la luz de las discusiones serias y positivas que tienen lugar hoy en Doha, bajo los auspicios de nuestros hermanos qataríes y egipcios, es posible llegar a un acuerdo para un alto el fuego y un intercambio de prisioneros si la ocupación deja de imponer nuevas condiciones”, dijo la organización en un comunicado.
Los equipos de Israel y Hamas se encuentran en la capital de Qatar para llevar a cabo negociaciones indirectas. La delegación israelí incluye representantes de los servicios de seguridad Mossad y Shin Bet, según dijo a CNN una fuente conocedora del asunto. Es el período más intensivo desde que las conversaciones fracasaron a finales de agosto.
Los términos del acuerdo son a grandes rasgos los mismos establecidos en la propuesta presentada por el presidente de Estados Unidos Joe Biden a principios de este año, según una fuente diplomática familiarizada con el asunto.
La propuesta de tres fases que Biden presentó a fines de mayo combinaba la liberación de los rehenes retenidos en Gaza con un “alto el fuego total y completo”. La primera fase duraría seis semanas e incluiría la “retirada de las fuerzas israelíes de todas las áreas pobladas de Gaza” y la “liberación de varios rehenes, incluidas mujeres, ancianos y heridos, a cambio de la liberación de cientos de prisioneros palestinos”, había dicho el presidente de Estados Unidos.
“Lo que ha cambiado es que es probable que las fuerzas israelíes permanezcan en Gaza temporalmente”, cuando comience la primera fase del acuerdo, dijo la fuente diplomática; es decir, en la extensión de tierra en la frontera entre Gaza y Egipto, llamada corredor Philadelphi, y en un área que divide al enclave, conocida como corredor Netzarim.
La exigencia de Israel de que sus fuerzas militares permanezcan a lo largo del corredor Philadelphi –y la insistencia de Hamas en que se retiren– fue una razón clave para el fracaso de las conversaciones en agosto.
Un funcionario estadounidense dijo a CNN que las reuniones de Doha se realizaron en el nivel “de trabajo” más bajo. “Los funcionarios estadounidenses creen que un acuerdo está más cerca de lo que ha estado en algún momento, pero advierten de que hay brechas y puntos de fricción que siguen existiendo entre Israel y Hamas”, dijo el funcionario.
El lenguaje optimista sigue a una serie de actividades diplomáticas regionales, incluida una visita del asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, a Israel, Egipto y Qatar la semana pasada.
“Mi objetivo será ponernos en posición de poder cerrar este acuerdo este mes”, dijo Sullivan la semana pasada, cuando habló después de su reunión con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu.
Brett McGurk, uno de los principales asesores del presidente Biden en Medio Oriente, permaneció en Doha con otros funcionarios estadounidenses trabajando por un alto el fuego en Gaza, mientras que los funcionarios estadounidenses creen que un acuerdo está más cerca que nunca.
McGurk había estado viajando por la región con Sullivan y el hecho de que se haya quedado es una señal de que la administración siente un impulso positivo, pero no se espera un acuerdo inminente.
Funcionarios estadounidenses e israelíes han dicho que las condiciones maduraron para que se alcance un acuerdo tras el alto el fuego entre Israel y Hezbollah, que aisló aún más a Hamas en su batalla contra Israel.
Los funcionarios también ubican a la muerte del líder de Hamas, Yahya Sinwar, y a otros logros militares israelíes como elementos que dieron al Gobierno israelí las victorias que buscaba conseguir antes de alcanzar un acuerdo de alto el fuego. Desde el ataque del 7 de octubre de 2023 a Israel, el número de muertos por la acción militar israelí en Gaza llegó a casi 45.000, con más de 106.000 personas heridas, según el Ministerio de Salud del territorio.
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, también influyó en las negociaciones, al presionar a Netanyahu para que llegue a un acuerdo y amenazar con que se desatará un “gran infierno” si los rehenes no son liberados antes de que asuma el cargo. Su equipo entrante también ha trabajado en estrecha coordinación con la administración de Biden y ha realizado viajes a la región para ayudar a asegurar un acuerdo.
El portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Matthew Miller, declaró este martes que existe un “cauto optimismo moderado por el realismo” sobre la posibilidad de lograr finalmente una tregua en Gaza.
“Sobre la base de las cuestiones pendientes, deberíamos ser capaces de llegar a un acuerdo, deberíamos ser capaces de salvar los desacuerdos entre las dos partes”, dijo Miller, sin entrar en detalles sobre las cuestiones pendientes.
“Pero eso no quiere decir que lo vayamos a hacer, porque, de nuevo, ya ha habido ocasiones en las que estuvimos cerca y pensamos que las diferencias eran salvables, y al final no llegamos a un acuerdo”, dijo en una rueda de prensa este martes. “Como me han oído decir antes, todo lo que Estados Unidos puede hacer es presionar y tratar de llegar a compromisos, pero no podemos dictar a ninguna de las partes qué decisión tienen que tomar. Tienen que tomar esas decisiones por sí mismos”.
Gershon Baskin, veterano negociador israelí de rehenes, advirtió que “no hay acuerdo hasta que haya un acuerdo”.
“Hamas está dispuesto desde septiembre a alcanzar un acuerdo global para poner fin a la guerra, devolver a todos los rehenes a cambio de prisioneros palestinos e incluso aceptó ceder el control de Gaza”, dijo Baskin, quien no participa directamente en las conversaciones pero sigue siendo un analista entusiasta. “Lo que se está gestando ahora, tal vez, es un gran esfuerzo egipcio-qatarí para llegar a un acuerdo por etapas”.
“El enojo público contra Hamas está estallando en toda Gaza”, dijo. “Al mismo tiempo, Hamas no aceptará liberar a todos los rehenes si las Fuerzas de Defensa de Israel permanecen en Gaza, e incluso si hay un alto el fuego temporal, no durará si Israel pretende impedir la libre circulación de un millón de habitantes de Gaza que quieren regresar a sus hogares que ya no existen”.
El primer ministro de Israel también prometió que no pondrá fin a la guerra hasta que Hamas sea derrotado completamente en Gaza, lo que aumenta la posibilidad de que la guerra se reanude una vez que se libere a varios rehenes en la primera fase del acuerdo.
En medio del optimismo, más destrucción
El renovado optimismo en torno a las conversaciones se produce incluso cuando las fuerzas israelíes siguen golpeando el norte de Gaza en una ofensiva que, según Israel, tiene como objetivo la renovada presencia de Hamas en la zona.
Los ataques israelíes mataron al menos a una decena de personas en Gaza durante la noche, según informaron este miércoles las autoridades sanitarias del enclave.
Diez personas murieron y varias más resultaron heridas en ataques israelíes contra una vivienda cercana al hospital Kamal Adwan, en el norte de Gaza, según el Ministerio de Sanidad de Gaza. La zona ha sido atacada repetidamente en la última semana.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) dijeron que un ataque realizado allí este martes tenía como objetivo a militantes de Hamas que planeaban atacar a las fuerzas israelíes. Islam Ahmad, un testigo presencial que se encontraba dentro del hospital en ese momento, dijo a CNN que el ataque alcanzó un edificio de viviendas que albergaba a familias desplazadas.
La destrucción en torno a Kamal Adwan ha restringido el flujo de suministros médicos al que es uno de los tres únicos hospitales que siguen operativos en el norte de Gaza.
El hospital ha sido “bombardeado sin descanso” en los últimos días, según su director, el Dr. Hussam Abu Safiya. Los ataques a sus generadores lo han dejado sin electricidad, su depósito de agua ha sido destruido y el personal de su unidad de cuidados intensivos –la última que funciona en la zona, según Safiya– ha sido tiroteado.
“Cualquiera que se mueva por el hospital corre el riesgo de resultar herido o muerto. En estos momentos, no hay electricidad, agua ni oxígeno en absoluto”, declaró este martes, y añadió: “Está claro que el mundo entero no ve o no quiere ver lo que está ocurriendo”.
De los tres hospitales mínimamente operativos que quedan en el norte de Gaza, Kamal Adwan es el más cercano a la actividad militar israelí en Beit Lahiya y el campo de refugiados de Jabalya, y ha estado recibiendo a la mayoría de los heridos de los combates circundantes.
El lunes, el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, declaró que el personal de la OMS había llegado por fin al hospital dos días antes, después de que se denegara el acceso a cuatro misiones anteriores, lo que dejó al hospital sin personal especializado en atención quirúrgica y materna.
El jefe de la OMS dijo que las continuas hostilidades en torno al hospital habían “dañado aún más el suministro de oxígeno, los generadores, y roto ventanas y puertas de las habitaciones de los pacientes”.
“Las condiciones del hospital son sencillamente espantosas”, afirmó.