Conoce el Qasr Al Sarab, el hotel en el límite del mundo
1 de 17 | Resort Qasr Al Sarab — Dentro de sus terrenos, el hotel Qasr Al Sarab tiene todo lo que puedas esperar de un resort de alta clase en Emiratos Árabes Unidos: villas de lujo, piscinas privadas, restaurantes de primera categoría y un spa completamente equipado. Ubicado en el borde del desierto de Rub al-Jali, también conocido como el “cuartel vacío”, este hotel le ofrece a los huéspedes la oportunidad de explorar una de las tierras salvajes más grandes del mundo.
2 de 17 | Una fortaleza en el desierto — El resort, moldeado a imagen de las fortalezas árabes, está aproximadamente a dos horas en auto desde el centro de Abu Dhabi, a solo unos cuantos kilómetros de la frontera con Arabia Saudita. Más allá de los muros, tiene una característica que pocos pueden superar: la auténtica y hermosa nada.
3 de 17 | Un oasis de Lujo — El hotel tiene 154 habitaciones y 52 villas. En el corazón del complejo hay una piscina rodeada por palmeras, que se asemeja a un oasis.
4 de 17 | Cuartel vacío — Más allá de las paredes del hotel Qasr hay kilómetros y y kilómetros de arena. El resort ofrece varias excursiones para que los huéspedes puedan explorar el paisaje.
5 de 17 | Todo terreno — Camionetas cuatro por cuatro llevan a los turistas a emocionantes paseos por las dunas (conocidos como 'dune bashing') subiendo y bajando vertiginosas pendientes de arena. Es aconsejable no comer una hora antes de esta experiencia que puede revolver el estómago.
6 de 17 | Excursión de camellos — Una opción más tranquila y tradicional es la excursión en camello por las dunas.
7 de 17 | Té al atardecer — Tanto el viaje en los autos todo terreno como la excursión en camellos terminan con una fiesta de té en la parte superior de una duna mientras el sol se pone detrás del arenoso horizonte.
8 de 17 | Un gran colorido — La arena del desierto está teñida de rojo y verde por partículas de hierro y cobre. Durante el atardecer los colores son mucho más espectaculares.
9 de 17 | Villas con piscina — El resort tiene más de 50 villas con piscinas privadas. Todas miran al oeste para captar la puesta del sol.
10 de 17 | Niebla del desierto — El sol no siempre golpea en el Qasr Al Sarab. En invierno, las mañanas pueden ser nubladas, añadiéndole una inquietante atmósfera al silencioso desierto. Pero no dura mucho. El sol pronto aleja la neblina.
11 de 17 | Paseo en bicicleta — Una popular manera de explorar las dunas es con bicicletas de llantas anchas. Los paseos inician al atardecer para evadir el calor del desierto.
12 de 17 | Lucha contra la arena — Mantener el resort lejos de ser engullido por la arena del desierto es una batalla constante. El Qasr tiene bulldozers para limpiar la arena.
13 de 17 | Recursos preciados — El hotel recicla parte del agua y bombea suministros de otros lugares para evitar agotar los preciosos recursos acuíferos del desierto.
14 de 17 | Levantado de la arena — La construcción del resort empezó en 2007. La arquitectura fue diseñada para minimizar vientos extremos que puedan provenir de las tormentas de arena del desierto.
15 de 17 | Ciudadela de arena — Cerca de dos millones de metros cúbicos de arena fueron removidos para construir el hotel. Muchos de los muros de contención fueron construidos usando bolsas llenas de arena local para reducir la cantidad de concreto que se necesitaba.
16 de 17 | Estrella de cine — Abierto en 2009, el extenso complejo tiene demanda regular de glamurosas revistas y equipos de televisión que usan el desierto cercano como locación. La más popular de 2016 fue ‘Star Wars: el despertar de la fuerza’.
17 de 17 | Un oasis de Lujo — El hotel tiene 154 habitaciones y 52 villas. En el corazón del complejo hay una piscina rodeada por palmeras, que se asemeja a un oasis.