El "desierto del Caribe" de Colombia (Galería)
1 de 17 | En la punta más septentrional de América del Sur, el Desierto La Guajira de Colombia está abriéndose camino lentamente hacia el mapa turístico. En ocasiones puede parecerse a Arizona o Nevada con sus vastas franjas de estéril desolación. A lo largo de la costa, el paisaje a menudo recuerda a Omán o Egipto.
2 de 17 | Dunas de Taroa – Punta Gallinas posee una sensación del "fin de la tierra" con la ayuda de las Dunas de Taroa de casi 61 metros de algo, las cuales caen directamente al embravecido Caribe.
3 de 17 | Dunas de Taroa – Hay mucho viento aquí arriba, por lo que podrías resultar con arena incluso en lugares donde no la deseas.
4 de 17 | Cabo de la Vela – La única comunidad digna de mención en el extremo norte es el pueblo de pescadores de los wayú, Cabo de la Vela, el cual ha crecido en popularidad entre los visitantes colombianos e internacionales, gracias a las playas caribeñas y a una comunidad de kitesurf.
5 de 17 | Cabo de la Vela – Aunque el tráfico todavía es ligero, cada vez más, los visitantes internacionales han estado encontrando su camino hacia el pueblo.
6 de 17 | Existencia hecha a mano – Esta es la tierra del pueblo wayú, sudamericanos indígenas que subsisten a duras penas en este hostil ambiente mediante el pastoreo, el tejido y, generalmente, aguantando por cualquier medio que puedan.
7 de 17 | Tardes apacibles – Otra famosa característica de Cabo de la Vela son sus increíbles puestas de sol caribeñas, las cuales atraen a los viajeros hacia el extremo norte de la bahía. Al caer la noche, tienen un toque de vida nocturna.
8 de 17 | Llegar aquí no es fácil – La Guajira no recibe mucha lluvia, pero lo poco que cae puede aislar de manera efectiva el norte de la península. Un vehículo con tracción en las cuatro llantas atrapado en el lodo puede resultar un dolor de cabeza para cualquiera que viene ya que hay pocas opciones en el acceso a las regiones más remotas.
9 de 17 | Extraños hitos – El extremo norte del continente puede ser un lugar sombrío e implacable. A lo largo del tiempo, los visitantes han creado un bosque de montones de piedras alrededor de un faro elemental.
10 de 17 | Fauna y flora desértica – Los reptiles residentes alegran la polvorienta tierra.
11 de 17 | Características intensas – Mientras más al norte te aventuras, hay más cactus que se convierten en un rasgo que define el paisaje desértico. Las plantas espinosas añaden un toque verde de bienvenida al entorno abrumadoramente naranja y marrón.
12 de 17 | Rápido crecimiento – Las comunidades desérticas conservan su encanto a ritmo lento, a pesar de la afluencia de visitantes.
13 de 17 | Borde del continente – Por ahora, La Guajira todavía disfruta de una sensación fronteriza.
14 de 17 | Los observadores de aves son bienvenidos – A lo largo de la costa se encuentran pelícanos, flamencos y águilas pescadoras.
15 de 17 | Más transporte local – El viaje hacia este estéril puesto de avanzada requiere paciencia y una dosis justa de incomodidad. El alojamiento es básico y extremadamente limitado. Lo mismo ocurre con el transporte.
16 de 17 | Pescadores – Apenas a un poco más de cien millas desde la cordillera más alta de la costa en el mundo, donde los glaciares coronan picos de 5.864 metros a tan solo un poco más de 40 kilómetros del mar, el desierto de La Guajira recibe solamente unos cuantos días de lluvia cada año.
17 de 17 | Soledad – El interés por el ecoturismo podría hacer que la región y sus habitantes wayú tuvieran un mayor contacto con el mundo exterior en el futuro cercano. No es probable que el desierto caribeño poco conocido y situado al borde de Colombia se mantenga en secreto por mucho tiempo.