FOTOS | Lo que tu olor tiene para decir de tus enfermedades
1 de 7 | Cuando estás enfermo o tienes alguna infección, tu olor corporal sufre cambios sutiles. Esos nuevos olores pueden avisarle a otra persona que estás enfermo y sirven para que se proteja y no resulte contagiado.
2 de 7 | Se cree que el cambio de los olores corporales es causado por la activación del sistema inmunológico del cuerpo, en respuesta a una nueva infección. Científicos del Instituto Karolinska de Suecia, por ejemplo, inyectaron en voluntarios un compuesto que simulaba la presencia de una bacteria, y detectaron pequeños cambios de olor con ese experimento.
3 de 7 | Cada persona tiene su olor característico, hecho de la mezcla de distintos compuestos. Pero ese olor también está determinado por otros factores, como el género, la edad y el estado de salud de la persona.
4 de 7 | Aunque oler una enfermedad puede prevenir que te contagies, al no acercarte, algunos estudios han revelado que olfatear una infección en otras personas también puede iniciar una reacción inmunológica en tu cuerpo y prepararte así para el ataque.
5 de 7 | Muchos males, como diabetes, fiebre amarilla, fiebre tifoidea y enfermedad glandular escrófula (de los ganglios linfáticos), pueden asociarse con ciertos olores. Se dice que un olor característico que ha sido relacionado con la diabetes, por ejemplo, se parece al de las manzanas podridas. La gente con fiebre tifoidea huele a pan horneado y la gente con fiebre amarilla suele oler a cerveza rancia. En la foto, una niña con fiebre tifoidea.
6 de 7 | Los olores se liberan no solo a través de la piel, sino de la respiración, la sangre y la orina. Estudios del Instituto Karolinska de Suecia hallaron que el olor de la orina cambia cuando la persona sufre un proceso inflamatorio. Por eso, la orina puede diferenciar a los enfermos de los sanos.
7 de 7 | Se piensa que las células cancerígenas liberan compuestos distintos a los de las células sanas, lo que activa la detección de cambios en los olores, potencialmente en las etapas tempranas de la enfermedad. Sin embargo, la nariz humana no sirve para detectar esos olores. En cambio, se aprovecha el gran sentido del olfato de los perros.